Otra Vez Muy Húmeda

Yo estaba en la Estación, esperando a que llegara una persona que debía acompañar a una reunión… Mientras esperaba tonteaba con el Face e incluso llegué a diseñarme este blog… Y entonces empecé a hablar con él.

Él se llama Oscar y apareció por casualidad en la parte derecha de mi Facebook en “personas que quizás conozcas” y lo agregué.

Llamo la atención de chicas y chicos desconocidos porqu,e una vez me agregan, pueden verme desnuda… A veces hay mensajes soeces, pero Oscar no era de esos, empezó preguntándome por de donde era a que me dedicaba y en un par de días, ya me estaba proponiendo que nos conociéramos,… No suelo quedar con desconocidos, pero algo me llamó la atención y si no es porque mi conexión a Internet se perdió casi quedamos. Quizás fue mejor así.

Se anunciaba por megafonía la llegada del tren que traía a quien yo debía acompañar, cierro el portátil, apuro mi zumo de melón con jazmín y me levanto.

No me había dado cuenta de que tenía mis piernas cruzadas y había estado apretando con fuerza mientras chateaba con Óscar… Lo hago desde los 9 o 10 años, es mi manera de “masturbarme” sin tocarme… En la oficina lo suelo hacer o cuando voy en coche de acompañante, pero nunca me había dado por  hacerlo así, sin casi darme cuenta… Me dolían algo las piernas de tanto apretar, y estaba húmeda porque había estado un buen rato sometiendo a mi clítoris a esa deliciosa presión, que muchas seguro, ya sabéis de lo que estoy hablado…  de muy buena gana me hubiera metido en el baño y me hubiera acabado de dar placer… Pero tenía que recoger a esa persona…

En el taxi me sentía húmeda, con ese cosquilleo de clítoris… Por fin llegamos al destino, dejo a mi acompañante en la sala de conferencias y en lugar de continuar ejerciendo de anfitriona, paso a recepción y pido la llave de mi habitación…

Hace calor, abro la ventana, desabrocho mi camisa, me subo la falda, me desprendo de mis braguitas, estoy muy húmeda,  me siento en el suelo y…